que tremenda desidia...
el pensar en un par...
que otra vez vuelve a mi
se funden mis heridas
en una especie de receta dolosa
mi sangre y tu ricota
la que brota de tus oidos
la libertad tan soberana
se apodera de las formas de mi cuerpo
de esta cosa que me limita
y si... creo q vendi mi amor.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario